domingo, 31 de marzo de 2013

El valor de exportar


Economistas, organizaciones empresariales, académicos y políticos nacionales e internacionales, coinciden en insistir que la solución de la salida de la crisis Española pasa principalmente por aumentar las exportaciones en las empresas, desarrollando las estrategias que sean necesarias para que las industrias y unidades de distribución puedan ampliar sus mercados hacia otros con mayor demanda.

Esta recomendación que todas las voces proponen como una mejora en los tiempos actuales es una de las cuestiones económicas más antiguas. En sus textos ya planteaban los autores mercantilistas desde el siglo XVI: “ El intercambio comercial con otros países, exportando más que importando consiguiendo una balanza mercantil favorable lo que incrementa la cantidad de metales y disminuye el exceso de mercancías locales con lo que se obtiene el crecimiento de la riqueza nacional”.

Desde entonces cualquier corriente económica no duda en la necesidad de tener mercados suficientes para satisfacer la demanda aunque hasta ahora siempre se ha impulsado el mercado exterior cuando el local está en recesión sin  haber valorado en su total dimensión el potencial que supone entender que el mercado es el mundo.

No obstante y situados en el contexto actual, el aceptar que el país requiere con urgencia incrementar sus exportaciones, con el propósito de nivelar el desequilibrio en sus pagos con el exterior y obtener de una manera saludable ingresos suficientes para su proceso de desarrollo no debe confundirnos como objetivo para que un empresario individualmente exporte. Desde un enfoque empresarial el objetivo de la exportación lo constituye obtener beneficios adicionales, no estancarse como unidad de negocio, aumentar ventas, posibles fuentes de financiación exteriores, alargar el ciclo de vida del producto, diversificar riesgos, optimizar su estructura e instalaciones, mejorar su imagen frente a proveedores, bancos, clientes, en resumen explorar, aprovechar, rentabilizar las ventajas que suponen abrirse al mundo.

Hoy en día donde las fronteras entre países son altamente asequibles, vender productos de calidad y bajo costo en el momento y lugar adecuado es fundamental para permanecer en el mercado. El desarrollo del Comercio Exterior exige estudios del producto o servicio a ofrecer  y de los mercados de destinos ideales para lograr el éxito en su posicionamiento.

Estas ideas bien fundamentadas deben motivar a las empresas contemporáneas que quieran sobrevivir  a iniciarse en un proceso de internacionalización, evaluando su capacidad competitiva  hacia los mercados  exteriores de forma objetiva pero también con una análisis subjetivo que tenga en cuenta las características individuales de cada empresa entendidas estas como una unidad de producción única e independiente de las demás y en la que no sólo intervengan variables cuantitativas sino otras de mayor valor intrínseco como puede ser la política global de la empresa, sus motivación en este  proyecto,  la formación y composición de la propiedad y los órganos directivos, el entorno en el que se rodea y la situación económica financiera en la que ahora se encuentra ,las singularidades de los bienes y servicios que ofrece y el valor añadido que aportan ,entre otros factores.

Esta es la misión de GLOBALIDER, ayudar a las empresas en su proceso de internacionalización desde el inicio, de forma personal, poniendo a disposición de los clientes toda su experiencia, saber hacer y equipo de profesionales, mediante una evaluación individual de cada negocio, de su valores objetivos y subjetivos, que permitan diagnosticar sus potencialidades, y ayude a la decisión estratégica más adecuada tanto en mercado de destino como en características del producto.

En GLOBALIDER el conocimiento  está sustentado por la empírica habiéndonos especializado en mercados en desarrollo, principalmente países africanos, con otras culturas y procedimientos de trabajo, donde tenemos presencia permanente mediante delegaciones propias que nos permite estar actualizados en las tendencias y necesidades de los consumidores y donde el valor que tiene exportar, bien gestionado, supera las previsiones exponencialmente.

Laura Pinteño
Administradora

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