Economistas, organizaciones empresariales, académicos y políticos
nacionales e internacionales, coinciden en insistir que la solución de la
salida de la crisis Española pasa principalmente por aumentar las exportaciones
en las empresas, desarrollando las estrategias que sean necesarias para que las
industrias y unidades de distribución puedan ampliar sus mercados hacia otros
con mayor demanda.
Esta recomendación que todas las
voces proponen como una mejora en los tiempos actuales es una de las cuestiones
económicas más antiguas. En sus textos ya planteaban los autores mercantilistas
desde el siglo XVI: “ El intercambio comercial con otros países, exportando más
que importando consiguiendo una balanza mercantil favorable lo que incrementa
la cantidad de metales y disminuye el exceso de mercancías locales con lo que
se obtiene el crecimiento de la riqueza nacional”.
Desde
entonces cualquier corriente económica no duda en la necesidad de tener
mercados suficientes para satisfacer la demanda aunque hasta ahora siempre se ha
impulsado el mercado exterior cuando el local está en recesión sin haber valorado en su total dimensión el
potencial que supone entender que el
mercado es el mundo.
No obstante
y situados en el contexto actual, el aceptar que el país requiere con urgencia
incrementar sus exportaciones, con el propósito de nivelar el desequilibrio en
sus pagos con el exterior y obtener de una manera saludable ingresos
suficientes para su proceso de desarrollo no debe confundirnos como objetivo
para que un empresario individualmente exporte. Desde un enfoque empresarial el
objetivo de la exportación lo constituye obtener beneficios adicionales, no
estancarse como unidad de negocio, aumentar ventas, posibles fuentes de
financiación exteriores, alargar el ciclo de vida del producto, diversificar
riesgos, optimizar su estructura e instalaciones, mejorar su imagen frente a
proveedores, bancos, clientes, en resumen explorar, aprovechar, rentabilizar
las ventajas que suponen abrirse al mundo.
Hoy en día donde las fronteras entre
países son altamente asequibles, vender productos de calidad y bajo costo en el
momento y lugar adecuado es fundamental para permanecer en el mercado. El
desarrollo del Comercio Exterior exige estudios del producto o servicio a
ofrecer y de los mercados de destinos
ideales para lograr el éxito en su posicionamiento.
Estas ideas bien fundamentadas deben
motivar a las empresas contemporáneas que quieran sobrevivir a iniciarse en un proceso de
internacionalización, evaluando su capacidad competitiva hacia los mercados exteriores de forma objetiva pero también con
una análisis subjetivo que tenga en cuenta las características individuales de
cada empresa entendidas estas como una unidad de producción única e independiente
de las demás y en la que no sólo intervengan variables cuantitativas sino otras
de mayor valor intrínseco como puede ser la política global de la empresa, sus
motivación en este proyecto, la formación y composición de la propiedad y
los órganos directivos, el entorno en el que se rodea y la situación económica
financiera en la que ahora se encuentra ,las singularidades de los bienes y
servicios que ofrece y el valor añadido que aportan ,entre otros factores.
Esta es la misión de GLOBALIDER, ayudar a las empresas en su
proceso de internacionalización desde el inicio, de forma personal, poniendo a
disposición de los clientes toda su experiencia, saber hacer y equipo de
profesionales, mediante una evaluación individual de cada negocio, de su
valores objetivos y subjetivos, que permitan diagnosticar sus potencialidades,
y ayude a la decisión estratégica más adecuada tanto en mercado de destino como
en características del producto.
En GLOBALIDER el conocimiento
está sustentado por la empírica habiéndonos especializado en mercados en
desarrollo, principalmente países africanos, con otras culturas y procedimientos
de trabajo, donde tenemos presencia permanente mediante delegaciones propias
que nos permite estar actualizados en las tendencias y necesidades de los
consumidores y donde el valor que tiene exportar, bien gestionado, supera las
previsiones exponencialmente.
Laura Pinteño
Administradora