El sector ya representa el 7,8% del Producto Interior Bruto y genera 1,8 millones de puestos de trabajo, el 10,3% del empleo total en España
La industria
alimentaria española salva la crisis gracias al comercio exterior y ya es el
sector que más exporta en España, impulsada por los buenos resultados de los
intercambios con la Unión Europea y por el dinamismo de las grandes economías
emergentes. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en 2011 el valor de las ventas al
exterior del sector agroalimentario ascendió a 27.900 millones de euros, cifra
que representa el 13% del total de exportaciones de bienes de España, con un
superávit comercial de 5.500 millones de euros.
Los datos de
2012 (correspondientes al período enero-agosto) exhiben mejoras sobre los
resultados del ejercicio anterior. Por quinta campaña consecutiva las
exportaciones de aceite de oliva han batido todos los récords, al superar las
857.000 toneladas. Las cifras de vino indican que las ventas fuera han crecido
un 13,5% en valor. Además, se han exportado 540.000 toneladas de carne de
porcino, con una aportación de 2.000 millones de euros al saldo comercial
positivo del sector agrario y pesquero.
El sector
agroalimentario en todas sus fases (producción, transformación,
comercialización y distribución) ya representa el 7,8% del PIB, un peso próximo
al del turismo (8,9%) y muy superior al de algunas grandes ramas industriales
como la automoción (2,8%). Y genera 1,8 millones de puestos de trabajo, el
10,3% del total del empleo en España.
El ministro
de Agricultura dio a conocer esos datos parciales de 2012 esta semana durante
la presentación del informe anual sobre producción, industria, distribución y
consumo de alimentos que elabora Mercasa, la agrupación de los grandes mercados
centrales. El mejor resumen -resaltó Miguel Arias Cañete en ese acto- es que la
tasa de cobertura (el porcentaje de importaciones cubierto por las
exportaciones), es del 124,5% en el sector agroalimentario, frente al 84% en el
conjunto de la economía.
Respecto de
la evolución en 2011, el informe de Mercasa constata que la caída que sufrió la
demanda nacional por la debilidad del consumo también la salvó el comercio
exterior. Si bien los datos de este estudio difieren de los facilitados por el
Ministerio de Agricultura, ambos coinciden en que los intercambios de alimentos
y bebidas con otros países cerraron el ejercicio con un saldo positivo.
La agrupación
de grandes mercados centrales cifra en 19.421 millones el valor de las
exportaciones de alimentos en 2011, con un aumento del 9,1% respecto del año
precedente. Las importaciones, por su parte, alcanzaron los 18.344 millones, un
12% por encima del volumen de 2010. En consecuencia, el superávit comercial del
sector alimentación y bebidas se situó en 1.077 millones durante 2011. La tasa
de cobertura del sector avanzó 3,1 puntos, hasta el 105,9%.
Ventas totales
La Unión
Europea se mantiene como la base principal de la comercialización
agroalimentaria española. Aproximadamente el 80% de las compras y ventas de
alimentos y bebidas tienen su origen o destino en los Veintisiete.
El año pasado
la industria alimentaria española resistió la entrada del país en recesión y
mostró una evolución algo menos desfavorable que el conjunto de la economía
española. La producción alcanzó un valor de 83.773 millones de euros, un 1,8%
más interanual, según información de la Federación de Industrias de
Alimentación y Bebidas. En euros constantes, es decir, descontada la inflación,
se redujo un 0,7%, minoración menos intensa que el 2,5% de caída de 2010.
Los
subsectores de industrias cárnicas (21,3%), elaboración de bebidas alcohólicas
(10,8%) e industrias lácteas (10%) produjeron en conjunto 34.632 millones de
euros en 2011 y contribuyeron en un 42,1% a la fabricación total del sector de
alimentación y bebidas.
Respecto al
año anterior ganaron peso relativo en el total de la producción los subsectores
de pan, galletas, productos de panadería y pastelería; frutas y hortalizas
transformadas; grasas y aceites, y cárnicas. Por el contrario, redujeron su
participación en la producción alimentaria las industrias lácteas; aguas
minerales y bebidas no alcohólicas; molinería, almidones y productos amiláceos;
bebidas alcohólicas; azúcar, cacao y chocolate.
La industria
alimentaria española contaba en 2011 con 29.334 empresas, según Fiab, un 3%
menos que en 2010. Todos los subsectores experimentaron el año pasado una
disminución en el número de empresas. Los mayores deterioros los sufrieron los
de alimentación animal (un 6,9%, 63 empresas menos); cárnicas (4,2% y 185
compañías desaparecidas) y molinería (4,2% y 26 negocios destruidos). El
subsector de las bebidas sufrió una minoración de 121 empresas (2,4%). En el conjunto
de la industria alimentaria solo el 3,7% de las empresas cuenta con más de
cincuenta trabajadores, mientras que el 80,3% tiene menos de diez o no tiene
asalariados, porcentaje que ilustra su notable atomización.
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